Con guate'callo?.... Sí, con él
Tengo dos invitaciones a Blondie...
la raja, pero... con quién ir?, la verdad es que de las dos personas con quien solía ir contaba con ninguna.
Rápido pensamiento de emergencia:
Con la Criss?... no, no es su onda y seguramente “hace mucho frío” o tendrá algo ya agendado.
Con la Dominga?... mmmmm, paso
Con Cancino?... ni cagando
Con la Chica?... está muerta, con suerte llega a ver el noticiero.
Fue entonces cuando las ganas de llamar a Cecilia se me presentaron, el teléfono se me hacía pesadísimo en el bolso y solo quería sacarlo para llamar. Lo pasaba bien en Blondie con ella porque no buscábamos lucirnos frente al resto como lo hacen la mayor parte de los asistentes, nosotros íbamos por la música y porque nos sentíamos cómodos.
Se lo comenté a la Chica.
-Vai a llamar a esa hueona?... que guate’callo...
-Sí, tal vez... pero te juro que las manos se me van solas para llamarla ahora.
El punto es simple, desde que este año volví a hablar con la Gaby y ya establecimos una relación “civilizada” de no ignorarnos si nos vemos en el metro, cada vez concibo menos que las parejas puedan acabar en “Si te veo... no te conozco y me importa un pico lo que hagas”. Así que las entradas se vuelven un instrumento de agitación que me recuerda que a la mentada huevona, para bien o para mal, la quiero.
La última vez que la vi había un brillo en sus ojos, como que lo había pasado bien, por ese brillo quizás insistiría mil veces más, el problema es que de esas mil acaso dos lograrían algo y por cansancio.
-Ah... y si ya anda con alguien ?
-No viene al caso; de hecho no creo que se haya echado a morir. Life goes on.
Ok... como mi especialidad es hacer de tripas corazón, la llamé poniéndome firme para aguantar el chaparrón, no le di más vueltas respecto de cómo saludarle o como invitarla. Sería al grano...
-Hola Cecilia, tengo dos invitaciones a Blondie, quieres ir?
Bastante diferente al (léase en tono solemne) “me gustaría hablar contigo”. Hablar de qué?, si esta clarito, “we break up, but we aren’t bad persons” así que las pelotas... esto era salir a bartolear un rato, tomarnos algo, fumar un par de puchos, entrar a bailar y luego calabaza. Así que marqué a su celular... Lo menos era que no diera bola y lo peor era que me recitase un lindo rosario.
-Ti tu ti... ti tu ti... “Monto no suficiente para realizar la llamada”
Insisto, a mi no me calza eso de perder contacto con quienes uno ha tenido algo serio, es como declarar que la persona es una mierda o que está en un nivel inferior al resto.
Pero eso... eso queridos lectores, era una señal.
Maybe, another day...
*Así que aquí tengo las invitaciones, se las quise dar a la Antonia para que fuera con su “Niña del ojo bonito” pero mañana tienen que laborar, luego se las ofrecí a la Nadia con su Esteban SuperStar, pero tampoco podían, estaban con su hija.
la raja, pero... con quién ir?, la verdad es que de las dos personas con quien solía ir contaba con ninguna.
Rápido pensamiento de emergencia:
Con la Criss?... no, no es su onda y seguramente “hace mucho frío” o tendrá algo ya agendado.
Con la Dominga?... mmmmm, paso
Con Cancino?... ni cagando
Con la Chica?... está muerta, con suerte llega a ver el noticiero.
Fue entonces cuando las ganas de llamar a Cecilia se me presentaron, el teléfono se me hacía pesadísimo en el bolso y solo quería sacarlo para llamar. Lo pasaba bien en Blondie con ella porque no buscábamos lucirnos frente al resto como lo hacen la mayor parte de los asistentes, nosotros íbamos por la música y porque nos sentíamos cómodos.
Se lo comenté a la Chica.
-Vai a llamar a esa hueona?... que guate’callo...
-Sí, tal vez... pero te juro que las manos se me van solas para llamarla ahora.
El punto es simple, desde que este año volví a hablar con la Gaby y ya establecimos una relación “civilizada” de no ignorarnos si nos vemos en el metro, cada vez concibo menos que las parejas puedan acabar en “Si te veo... no te conozco y me importa un pico lo que hagas”. Así que las entradas se vuelven un instrumento de agitación que me recuerda que a la mentada huevona, para bien o para mal, la quiero.
La última vez que la vi había un brillo en sus ojos, como que lo había pasado bien, por ese brillo quizás insistiría mil veces más, el problema es que de esas mil acaso dos lograrían algo y por cansancio.
-Ah... y si ya anda con alguien ?
-No viene al caso; de hecho no creo que se haya echado a morir. Life goes on.
Ok... como mi especialidad es hacer de tripas corazón, la llamé poniéndome firme para aguantar el chaparrón, no le di más vueltas respecto de cómo saludarle o como invitarla. Sería al grano...
-Hola Cecilia, tengo dos invitaciones a Blondie, quieres ir?
Bastante diferente al (léase en tono solemne) “me gustaría hablar contigo”. Hablar de qué?, si esta clarito, “we break up, but we aren’t bad persons” así que las pelotas... esto era salir a bartolear un rato, tomarnos algo, fumar un par de puchos, entrar a bailar y luego calabaza. Así que marqué a su celular... Lo menos era que no diera bola y lo peor era que me recitase un lindo rosario.
-Ti tu ti... ti tu ti... “Monto no suficiente para realizar la llamada”
Insisto, a mi no me calza eso de perder contacto con quienes uno ha tenido algo serio, es como declarar que la persona es una mierda o que está en un nivel inferior al resto.
Pero eso... eso queridos lectores, era una señal.
Maybe, another day...
*Así que aquí tengo las invitaciones, se las quise dar a la Antonia para que fuera con su “Niña del ojo bonito” pero mañana tienen que laborar, luego se las ofrecí a la Nadia con su Esteban SuperStar, pero tampoco podían, estaban con su hija.