Dalí en Mapocho...
Lamentablemente no me referiré mayormente al trabajo de Dalí porque solamente aumentaría el número de lugares comunes que existen al respecto.
Salvador Dalí es antes que un artista, un personaje que contrasta la pose de su cercanía con el duro régimen Franquista, con su faceta de onírico libre creador. Es la toma de esta aparentemente incomprensible doble postura la que define la línea creativa de Dalí... desvergonzadamente promiscua, que coquetea con las diversas técnicas disponibles, que pasa de una temática a otra, llegando muchas veces a mezclarlas.
Pero quiero escribir sobre otra cosa...
Que siempre me ha parecido que la gestión cultural en cuanto a exposiciones en Chile siempre ha sido como el culo.
Es egoísta porque siempre busca acariciar al mismo target group de personas, los mismos trendsetters, snobs y artistas postmodernistas que valoran el arte en la misma medida que este puede ser valorado en Ibiza. Mientras mejor se hable en Europa de el, mejor se ve acá que yo lo valore. It’s a must.
Ellos son los entendidos.
Tengo la buena costumbre de frecuentar exposiciones, desde la época de Francisco Smythe que aparezco en muchas de ellas y tengo una opinión distinta.
Todo eso no es gestión cultural, es un acto de masturbación ilustrada.
Ni hablar de los “curadores” que desde hace unos 5 años atrás salen como callampas. La hidalguía que acompañaba a tan respetable cargo se está perdiendo entre tanto pelotudo que se asienta a manejar galerías, a producir expos y a aplacar el hambre de arte de “los entendidos”.
Fomentar esa actitud lamentablemente los emparenta más con un administrador de recursos (con el respeto que me merece ese cargo), que con la nobleza que tiene el verdadero titulo que aducen.
¿A qué lugar se relegó la culturización de la gente?, ¿dónde está la intención de acercar a la masa a los grandes creadores?... Porque seamos, sinceros, para ver la mayor parte de las muestras de grandes artistas que llegan a Chile ya hay que tener un acervo para valorarlo realmente, pero quien no tenga mayores nociones quedará en la nébula de haber entendido poco o nada de lo que se le ofrece.
Y más encima queda como huevón por no entender, lo que obviamente es de buen gusto o parte de la cultura general según “los entendidos”.
La cultura general en cuanto a arte se logra recurriendo primeramente a las obras más populares, los iconos han de ser empleados a modo de objeto de seducción, como un gancho para sumergir al público en la trayectoria plena de un artista.
Con Dalí, primero debemos hacer una fiesta con sus relojes blandos, “la persistencia de la memoria”, mostrar la velada e inteligente osadía de su “Cristo de San Juan de la Cruz” y con eso tentar el interés, ganarlo, y a partir de eso hablar sobre xilografías y puntasecas empleadas a modo de desagravio contra el surrealismo. Así se tejen hijos y se comprende el trabajo en su verdadero contexto.
Por otra parte me gustaría hacer hincapié en el derechamente vergonzoso trabajo que se hizo con las fichas que acompañan a las obras de esta muestra.
En términos generales el trabajo de producción hecho con esta expo es buenísimo, pero son clásicos detallitos los que impiden que se haga una presentación de primer nivel que honre al artista homenajeado.
Obviaré la presencia de esos naranjos tubos de pvc cortado a modo de baranda y quiero remitirme a las fichas.
Me queda en claro que la “Fundazione Metropolitan” no supervisó el montaje final antes de que abriera al público, o en último caso, la factura de las fichas no estaba dentro de los ítems a inspeccionar porque francamente acá el descalabro es de proporciones. La mayor parte de las traducciones son desgraciadamente erróneas, como cuando se traduce “Drawer” como “Caja” o una bárbara traducción de “Nabuccodonosor” que queda en “Nabucosor”.
Así se hace cultura en Chile, a medias... Total, como el Chileno es posero, arribista y huevón esto se puede hacer a la mala, seguramente nadie se da cuenta.
·Mercurio...de la Expo de Dalí en Estación Mapocho.
Fotografía sacada desde atrás de su módulo. Tras esto, el equipo de guardias se encargó de hacernos la visita una verdadera joda...No nos advirtieron que las fotografías estaban prohibidas y en algún minuto quisieron quitarme el teléfono.
·Para la posteridad.... Salvador dalí y Alice Cooper. ¿qué tal?
Salvador Dalí es antes que un artista, un personaje que contrasta la pose de su cercanía con el duro régimen Franquista, con su faceta de onírico libre creador. Es la toma de esta aparentemente incomprensible doble postura la que define la línea creativa de Dalí... desvergonzadamente promiscua, que coquetea con las diversas técnicas disponibles, que pasa de una temática a otra, llegando muchas veces a mezclarlas.
Pero quiero escribir sobre otra cosa...
Que siempre me ha parecido que la gestión cultural en cuanto a exposiciones en Chile siempre ha sido como el culo.
Es egoísta porque siempre busca acariciar al mismo target group de personas, los mismos trendsetters, snobs y artistas postmodernistas que valoran el arte en la misma medida que este puede ser valorado en Ibiza. Mientras mejor se hable en Europa de el, mejor se ve acá que yo lo valore. It’s a must.
Ellos son los entendidos.
Tengo la buena costumbre de frecuentar exposiciones, desde la época de Francisco Smythe que aparezco en muchas de ellas y tengo una opinión distinta.
Todo eso no es gestión cultural, es un acto de masturbación ilustrada.
Ni hablar de los “curadores” que desde hace unos 5 años atrás salen como callampas. La hidalguía que acompañaba a tan respetable cargo se está perdiendo entre tanto pelotudo que se asienta a manejar galerías, a producir expos y a aplacar el hambre de arte de “los entendidos”.
Fomentar esa actitud lamentablemente los emparenta más con un administrador de recursos (con el respeto que me merece ese cargo), que con la nobleza que tiene el verdadero titulo que aducen.
¿A qué lugar se relegó la culturización de la gente?, ¿dónde está la intención de acercar a la masa a los grandes creadores?... Porque seamos, sinceros, para ver la mayor parte de las muestras de grandes artistas que llegan a Chile ya hay que tener un acervo para valorarlo realmente, pero quien no tenga mayores nociones quedará en la nébula de haber entendido poco o nada de lo que se le ofrece.
Y más encima queda como huevón por no entender, lo que obviamente es de buen gusto o parte de la cultura general según “los entendidos”.
La cultura general en cuanto a arte se logra recurriendo primeramente a las obras más populares, los iconos han de ser empleados a modo de objeto de seducción, como un gancho para sumergir al público en la trayectoria plena de un artista.
Con Dalí, primero debemos hacer una fiesta con sus relojes blandos, “la persistencia de la memoria”, mostrar la velada e inteligente osadía de su “Cristo de San Juan de la Cruz” y con eso tentar el interés, ganarlo, y a partir de eso hablar sobre xilografías y puntasecas empleadas a modo de desagravio contra el surrealismo. Así se tejen hijos y se comprende el trabajo en su verdadero contexto.
Por otra parte me gustaría hacer hincapié en el derechamente vergonzoso trabajo que se hizo con las fichas que acompañan a las obras de esta muestra.
En términos generales el trabajo de producción hecho con esta expo es buenísimo, pero son clásicos detallitos los que impiden que se haga una presentación de primer nivel que honre al artista homenajeado.
Obviaré la presencia de esos naranjos tubos de pvc cortado a modo de baranda y quiero remitirme a las fichas.
Me queda en claro que la “Fundazione Metropolitan” no supervisó el montaje final antes de que abriera al público, o en último caso, la factura de las fichas no estaba dentro de los ítems a inspeccionar porque francamente acá el descalabro es de proporciones. La mayor parte de las traducciones son desgraciadamente erróneas, como cuando se traduce “Drawer” como “Caja” o una bárbara traducción de “Nabuccodonosor” que queda en “Nabucosor”.
Así se hace cultura en Chile, a medias... Total, como el Chileno es posero, arribista y huevón esto se puede hacer a la mala, seguramente nadie se da cuenta.
·Mercurio...de la Expo de Dalí en Estación Mapocho.
Fotografía sacada desde atrás de su módulo. Tras esto, el equipo de guardias se encargó de hacernos la visita una verdadera joda...No nos advirtieron que las fotografías estaban prohibidas y en algún minuto quisieron quitarme el teléfono.
·Para la posteridad.... Salvador dalí y Alice Cooper. ¿qué tal?