Encuentro con la Gaby...
Los precedentes son los siguientes...
Hace unos días la vi en el metro. Bien, es decir, no la vi, me llamó la atención y luego noté que era ella [ tropezar 4 veces con las misma mierd... ]. Obviamente también notó mi presencia.
Cuento corto... tras un intercambio de mails que ella inició quedamos en vernos en Clandestino.
(Siempre es bueno mantener activas viejas cuentas de mail...)
Es raro salir de farra con alguien que hace un tiempo atrás te gustó, con quién la confienza es relativa y hace mucho tiempo que no vez.
Una vez adentro no pusimos a conversar en la barra mientras esperábamos que los tragos. Las trivialidades de siempre.
-Qué has hecho?...
-Oh! en serio?...
-Y qué pasó con esto otro?...
Y así la conversación cayó irónicamente en que estábamos solos, cosa que en lo personal me sorprendió mucho. La verdad es que es una tipa que no puedo concebir sola.
-No es la pausa solitaria entre un pololo y otro.
Estamos en la misma postura... Que hace rato que nos cansamos de saltar de una persona en otra, de alternar secuencialmente alegría y pena en pos de una relación, que con los meses (no diré años...) la necesidad es paz.
Lo que sigue, se me grabó.
-Quiero estar tranquila, ya estoy vieja para saltar de aventura entretenida en aventura entretenida. Te juro que quiero algo firme, estable, un hombre siempre contento, siempre fresco y siempre presente cuando lo quiera.
-Eso es un goma.
-No, eso para mi es un hombre contento consigo mismo y capaz de proyectar su tranquilidad y alegría. Un hombre estable.
-Y el macho alfa que te gustaba?. El inseminador vestido en Klein?
-No me cachai. Quiero decir que ese tipo que describo no es necesariamente el conquistador, el macho alfa, quizás tal vez sea más fome y menos novedoso, pero con esas características que te digo llena más espacios, abarca ámbitos más importantes en mi vida.
- Y tu?. Qué cuentas?
Que tengo más historias que choro de puerto.
Lo bueno de la Gaby es que te mira a los ojos cuando dialoga, cuando posa su atención en algo, se nota... Y así da gusto hablar... laaaargo y tendido.
Le dimos hartas vueltas al tema y en términos generales opino igual.
No es bueno que las personas estén saliendo y entrando en las vidas, los afectos se desgastan con facilidad. Se banalizan, se vuelven reflejos y pierden su condición de espontáneos.
Por otra parte, tampoco desconocemos la sugestión que producen las relaciones complicadas, pero una cosa es reconocer el atractivo de las relaciones tormentosas y otra muy distinta es dedicarse a coleccionarlas, asumiendo de paso que se alternará entre el rol de victima y victimizador.
La nuestra no era una relación complicada, era una relación sencilla. Inviable, pero sencilla.
A gustaba mucho de B, pero este no tenía determinadas cosas que le resultaban vitales a A. Y viceversa...
A y B resolvieron sus dilemas de distintas maneras. A suplió sus necesidades por otro lado, mientras B pensaba que otras caracteristicas de A compensaban en justa medida.
Me preguntaste si había simulado (simulado, qué palabra es esa?... las mujeres simulan, los hombres mienten descaradamente) alguna cosa contigo.
Nada.
Todavía me acuerdo cuando nos quedábamos escuchando esas lísérgicas canciones de Manu Chau que te gustaban... a decir verdad, sigo creyendo que son horrendas, pero quizás sólo porque se trataba de ti ese ritual de verte fumar hierba (yo no... paso) con esos ritmos tenía sentido e importaba.
No hay árbol bueno que de malos frutos.
Cuando uno se interesa en otra persona, de verdad, hasta las cosas que no se tienen en común adquieren un significado.
Unas ganas de salir corriendo y muerto de la risa gritar por la calle que una huevona barrió el suelo conmigo en su momento y que años después aparecería para encontrarme la razón!