Tenía un disco de Simple Minds puesto. Fiel retrato de su edad que se colaba por la puerta del baño donde yo estaba duchándome.
-- Será eso una constante en mi vida --
En el living tres personas más, todas agradables y amenas. Ya las conocía con anterioridad y entran en la políticamente correcta categoría de amigos-conocidos..
Antes de entrar al baño noté que bebían Citron (acá no falla), fumaban marihuana y eran victimas de su letargo. No se movían mayormente y lanzaban uno que otro comentario divertido.
Pido la ducha, me hacía falta pues había estado bastante rato paseándome entre micro y metro. Quería relajarme un rato con agua tibia, una verdadera tontera que solo puedo hacer en este lugar.
Entra y dice que me deja una toalla limpia sobre el lavamanos. Se lo agradezco.
Salgo del baño con los jeans puestos, descalzo y con el resto de la ropa en mi mano. El toque cuico estaba dado por la toalla en mi hombro. A lo Cartagena Vice.
-¿dónde te tiro la toalla?
-En el canasto de mi closet.... la la la... Cantaba desde su pieza.
Los chicos no hacían ruido, ya se habían rendido y solo musitaban cosas.
Nosotros comenzamos a jugar, hice un nudo en la toalla y la correteaba para pegarle. Luego nos hicimos cosquillas...
Jamás tuve problemas en verle con poca ropa, no pocas fueron las ocasiones en que la encontré en actos privados y ella también a mi.
Nos acostamos en el piso un rato, abrazados. Creo que es la primera vez que la abrazo, nuestro trato siempre ha sido más bien tosco.
Me hacía cariño y me decía que si yo fuera más caliente eso subiría de tono.
No le contesté, tenía razón.
Me dijo algo que anteriormente ya me había dicho... pero ahora la situación era distinta.
La curiosidad es su motivación.... una tincada que le dice que puede ser un buen momento...
Y así, el momento se extendía... Me reí y me levanté... Mientras me vestía ella me dijo que podía considerarme un cheque a fecha, que el tiempo me mejora y que seguramente en el futuro tendríamos sexo.
-Quizás, ¿me prestas el computador?. Le dije
Me hice un café. En la cocina había olor a manzana y naturalmente comencé a divagar.
Los muertos seguían en el living.
Y me senté a escribir uno de los correos más extraños de mi vida. Sabía que era algo que caería en un pozo vacío. Sé que no tendrá respuesta, ni menos un comentario breve. Pero algo me empujó a escribirle. A decirle que me acordaba de varias cosas y que en realidad yo quiero algo distinto a lo que tengo.
No me bastaban los 160 caracteres de un sms...
No sé porque lo hice, tal vez porque no está todo tan resuelto como yo creía. ¿A quién engaño?
Su cuello en el que se dibujaban suaves fibras cuando lo exponía para mi...
No me olvido de su espalda, sus manos, sus caderas firmes... todo
Me quedo en un rincón y observo a los muertos con rabia, yo no debería estar allí.
-- Será eso una constante en mi vida --
En el living tres personas más, todas agradables y amenas. Ya las conocía con anterioridad y entran en la políticamente correcta categoría de amigos-conocidos..
Antes de entrar al baño noté que bebían Citron (acá no falla), fumaban marihuana y eran victimas de su letargo. No se movían mayormente y lanzaban uno que otro comentario divertido.
Pido la ducha, me hacía falta pues había estado bastante rato paseándome entre micro y metro. Quería relajarme un rato con agua tibia, una verdadera tontera que solo puedo hacer en este lugar.
Entra y dice que me deja una toalla limpia sobre el lavamanos. Se lo agradezco.
Salgo del baño con los jeans puestos, descalzo y con el resto de la ropa en mi mano. El toque cuico estaba dado por la toalla en mi hombro. A lo Cartagena Vice.
-¿dónde te tiro la toalla?
-En el canasto de mi closet.... la la la... Cantaba desde su pieza.
Los chicos no hacían ruido, ya se habían rendido y solo musitaban cosas.
Nosotros comenzamos a jugar, hice un nudo en la toalla y la correteaba para pegarle. Luego nos hicimos cosquillas...
Jamás tuve problemas en verle con poca ropa, no pocas fueron las ocasiones en que la encontré en actos privados y ella también a mi.
Nos acostamos en el piso un rato, abrazados. Creo que es la primera vez que la abrazo, nuestro trato siempre ha sido más bien tosco.
Me hacía cariño y me decía que si yo fuera más caliente eso subiría de tono.
No le contesté, tenía razón.
Me dijo algo que anteriormente ya me había dicho... pero ahora la situación era distinta.
La curiosidad es su motivación.... una tincada que le dice que puede ser un buen momento...
Y así, el momento se extendía... Me reí y me levanté... Mientras me vestía ella me dijo que podía considerarme un cheque a fecha, que el tiempo me mejora y que seguramente en el futuro tendríamos sexo.
-Quizás, ¿me prestas el computador?. Le dije
Me hice un café. En la cocina había olor a manzana y naturalmente comencé a divagar.
Los muertos seguían en el living.
Y me senté a escribir uno de los correos más extraños de mi vida. Sabía que era algo que caería en un pozo vacío. Sé que no tendrá respuesta, ni menos un comentario breve. Pero algo me empujó a escribirle. A decirle que me acordaba de varias cosas y que en realidad yo quiero algo distinto a lo que tengo.
No me bastaban los 160 caracteres de un sms...
No sé porque lo hice, tal vez porque no está todo tan resuelto como yo creía. ¿A quién engaño?
Su cuello en el que se dibujaban suaves fibras cuando lo exponía para mi...
No me olvido de su espalda, sus manos, sus caderas firmes... todo
Me quedo en un rincón y observo a los muertos con rabia, yo no debería estar allí.