::Tour a casa de Polilla::
Polilla como siempre radiante y tirando su buena onda infalible. Se ve preciosa, abrazable y en definitiva... adorable.
Estaba Jaime de primeras muy hacendoso en la cocina limpiando con los ojos en blanco una parilla... vaya que está cambiado. That’s love.
No es cierto... de fondo estaba escuchando “Brave New World” de Maiden.
Por mientras, en el patio estaban Juancho, su polola Pame, Sergio y su novia y el primo de Polilla.
Que manera de reírme con estos personajes. Son serios candidatos para ser clonados porque hacen falta más seres así, definitivamente.
En cuanto pasamos al patio noté un cambio en Cecilia, no sé a qué se debería eso. Ya no me incumbe.
Me siento junto a Juancho y quedo rodeado entre el, la Pame, Cecilia y Jaime. Asi que me acomodo para reírme con el ir y venir de tallas.
La técnica, como siempre, es no mirarlos a los ojos para no ser hueveeado.
Luego llegó el “Pachanga Time”... varios se pararon a bartolear y creo que me quedé sentado junto a Jaime, al que acompañé mientras se esmeraba en su empresa de devastar cuanta botella de pisco apareciera.
Más tarde aparecería el mentado anuario que Cecilia le llevó a Polilla. Es noventera, más no alcancé a ver muchas fotos divertidas. Polilla sigue exactamente igual que ahora, solo cambia el corte de pelo. Eso me recuerda una serie de fotos carné que me mostró una vez. Esa exactamente la misma complexión y apariencia del rostro, pero con distintos cortes de pelos. Mejor que Dorian Gray.
Hablamos sobre las raras sensaciones de ver este material cuando ya han pasado muchos años, sobre el cambio radical entre las perspectivas anteriores y las actuales... en fin.
Cuando los invitados se van Polilla me recuerda que tiene la piscina con agua. Las ganas de ir de cabeza son inmediatas pero... mierd*** la ropa interior no me acompaña. Jaime y su primo intentan ayudarme, pero en un pantalón de Jaime entra 4 veces mi humanidad. Recuerdo que en la mochila quedó ropa limpia cuando estaba armando los bártulos de la salida a Pichidangui que no fue. Encuentro unos boxers y también 36 condones... jo jo jo, no tenía idea que seguían en ese bolsillo.
Destino, puto destino...
Me tiro a la piscina que parecía estar a buena temperatura, pero no era así. De todas maneras es rico chapotear un rato y flotar en ella. De noche me encantan las piscinas... I must confess.
Al rato aparece Jaime para sacar fotos… no podían faltar las estilo borracho ahogado y el clásico cara pálida.
Finalmente me alcanzan un vaso de Cremisse con hielo lo que acaba por congelarme definitivamente. Me salgo de la piscina para vestirme rápidamente antes de que mis partes pudendas se minimicen hasta parecer inexistentes... jo jo jo
Es difícil dormir con el enemigo. Demasiadas argumentos para buscar algo, así como también hay muy buenas razones para dejar todo tal cual está.
Excesiva era la tentación tendida a mi lado como para poder dormir tranquilo. No me quedaban pilas en el discman así que me dediqué a buscar el lado más frío de los 15 cms de la cama que me correspondían.
"Tomo litros de olvidos con unas cosas de más..." ♫♫♫
Además, el chapuzón mañanero me había quitado la modorra que comenzaba a aparecer. Así que comprenderán que las ganas de dormir eran nulas.
Ocasionalmente me entretuve con su pelo y sus manos... too gentle
Luego me levanté a darle una mano a minimizar los efectos del evento sobre el aseo y ornato de la cocina. Además de ventilar los pensamientos un rato.
Pilín madrugador... seguía planchando.
Cuando nos íbamos Cecilia dice que me notó extraño, corrido.
Que locura, lo mismo que yo sentí de ella hacia mi.
Me entregó una tarjeta.
Decía lo que ya varias veces me había dado a entender.