|| The Prisoner y la Foca Sin Pelota ||
Conocen la serie “The Prisoner”?. Alguna vez la pasaron en algún canal naco cuando tenía “Cablexpress”.
A Grosso modo se trataba de la historia de un agente del servicio secreto inglés ya renunciado que es secuestrado y trasladado a una isla desconocida llamada "La Villa", donde es llamado Número Seis.
En este lugar muy “a go go” también pululaban una serie de personas también conocidas mediante números y que permanentemente estaban intentando con trucos sacarle información a Número Seis. La isla estaba regida por Número Dos... algo así como el capo.
El caso es que el mentado Número Seis era un verdadero puta madre por vivir siempre en constante tensión frente al resto de los acosadores personajes. No recuerdo si al final arrancó de su reclusión. Simplemente recuerdo esa negatividad tácita que tenía el personaje... le daba un sello de tensión muy efectivo.
Ahora tengo la imagen de Número Seis fuera de todos sus percances.
No sé como explicar el motivo de esta extraña relación que hago, puede ser que la pieza de barro cocido precipitada desde el tajado haya hecho efecto...
Hoy soy una Foca sin pelota...
Pero dichoso de así sentirlo.
Me siento accesible, con muy buena disposición. No me percibo atado a accesorio alguno. No hay necesidad de demostrar nada porque efectivamente no hay nada que manifestar. Me resta una sensación de sosiego que me gustaría que el resto notase.
A Grosso modo se trataba de la historia de un agente del servicio secreto inglés ya renunciado que es secuestrado y trasladado a una isla desconocida llamada "La Villa", donde es llamado Número Seis.
En este lugar muy “a go go” también pululaban una serie de personas también conocidas mediante números y que permanentemente estaban intentando con trucos sacarle información a Número Seis. La isla estaba regida por Número Dos... algo así como el capo.
El caso es que el mentado Número Seis era un verdadero puta madre por vivir siempre en constante tensión frente al resto de los acosadores personajes. No recuerdo si al final arrancó de su reclusión. Simplemente recuerdo esa negatividad tácita que tenía el personaje... le daba un sello de tensión muy efectivo.
Ahora tengo la imagen de Número Seis fuera de todos sus percances.
No sé como explicar el motivo de esta extraña relación que hago, puede ser que la pieza de barro cocido precipitada desde el tajado haya hecho efecto...
Hoy soy una Foca sin pelota...
Pero dichoso de así sentirlo.
Me siento accesible, con muy buena disposición. No me percibo atado a accesorio alguno. No hay necesidad de demostrar nada porque efectivamente no hay nada que manifestar. Me resta una sensación de sosiego que me gustaría que el resto notase.